El término «no show», tan en boga actualmente en la restauración y en la hostelería españolas, se refiere a la situación en la que una persona o varias personas, que ha hecho una reserva en un restaurante no se presentan, ni cancelan previamente, lo que genera problemas logísticos y financieros para las empresas del sector. Pero esta situación es común también, en otros sectores, como la industria hotelera, las aerolíneas y los servicios médicos.

En el contexto de los restaurantes de España, es cada vez en más habitual que te pidan una paga y señal, para confirmar una reserva. Empezaron los locales del segmento alto, tipo estrella Michelin, pero cada día se está generalizando en cualquier tipo de restaurantes.

La no presentación de los comensales que han realizado la reserva, repercute en pérdidas de facturación de los locales, perdida en materias primas y en el coste del personal. Cada vez más, como comentaba anteriormente, muchos restaurantes están implementando políticas de cancelación y reservas para evitar el problema de los “no show”, solicitan un deposito con una tarjeta de crédito para garantizar la reserva. Esta práctica está pensada para reducir la cantidad de personas que no se presentan.

No obstante, así como vemos normal pagar por adelantado un billete de avión o una noche de hotel, todavía existen reticencias respecto a la hostelería. ¿Por qué?

Tenemos que entender que la principal causa del restaurador, no es ganar más dinero, es evitar pérdidas y mesas vacías en sus restaurantes. Que esas mesas vacías no las puedan disfrutar otros comensales, también repercute en su imagen. No hace mucho tiempo, resultaba excepcional que los clientes no acudieran a un restaurante habiendo realizado una reserva. Y en todo caso la mayoría de los clientes, tenían la deferencia de avisar con antelación la cancelación. Era algo puntual con lo que se podía encontrar cualquier negocio de restauración. Puede ser que por aquel entonces la gente era más educada y se tenía más respeto al trabajo de los demás. No tenemos forma de averiguar, si es falta de educación o de empatía, pero el “no show” comenzó a generalizarse y se hizo tristemente popular desde entonces. Son los “malditos clientes” que reservan y luego no dan señales de vida. Los que hacen un daño terrible a los restaurantes, ya no por la pérdida económica que supone, también en la reputación profesional de todos los que trabajan en el sector, por la falta de respeto hacia este colectivo.

Mi total apoyo a los restaurantes, por tomar esta medida, con la implementación de sistemas de reservas con pago por cancelación o no presentación, creo que es una medida justa y oportuna. Y como me gusta acabar mis artículos con una cita, os dejo esta del escritor irlandés Bernard Shaw: “No nos hacemos sabios por el recuerdo del pasado, sino por la responsabilidad de nuestro futuro”.